Mejores libros infantiles para Halloween

Parece que Halloween ha llegado a nuestro país, a mi casa y por lo visto ha trepado hasta mi almohada, porque ahora antes de dormir me tengo que inventar todo tipo de cuentos de brujas, fantasmas, y yo-qué-sé-qué-más. Yo, que huyo de todo lo macabro, que le tengo una tirria espantosa a la moda ésta del sugar-skull, y que de pequeña no quería mirar demasiado al esqueleto en la esquina del laboratorio, porque me daba la impresión de que me estaba intentando decir algo... yo, sí... me he visto obligada por La Hija a buscar cuentos de miedo para no ser menos que el resto de sus amiguitos. Al parecer era la única de su grupo que todavía no sabía lo que era un vampiro. Y por eso se me ocurrió la idea de crear una selección de libros infantiles para leer en Halloween... que no den mucho miedo, ¡sólo un poquito!

El Pequeño Vampiro (Ángela Sommer-Bodenburg): una de las lecturas de mi infancia que recuerdo con gran cariño. Me encantaba... nada que ver con los vampiros de hoy en día, que ni tienen colmillos, ni duermen en ataúdes ni nada... (su única misión en la vida es discutir con hombres lobo por una novia). Yo creo que me leí todos los de la colección, y siempre suspiré soñando con conocer a Rüdiger por el pasillo cuando me levantaba a beber agua por la noche.


¡Cómo mola tu escoba! (Julia Donaldson y Axel Scheffler). En casa tenemos la versión en inglés, que se llama "The Room on the Broom", pero sea en el idioma que sea es encantador (no se puede esperar menos de la creadora de El Grúfalo). Trata de una bruja que comparte su escoba con todo aquel que le pide ayuda... hasta que se rompe y cae en las fauces de un fiero dragón. Recomendable también para los más pequeñines.


Las Brujas, de Roald Dahl: este lo recomiendo si los niños ya son un poco mayorcitos, porque Roald Dahl no tiene pelos en la lengua a la hora de contar con todo detalle cosas bastante horrorosas. Esto no lo escribo como crítica, porque parece que los niños disfrutan de lo lindo con sus descripciones (sigo teniendo pesadillas con el triste fin de los niños malos en el libro de Charlie y la fábrica de chocolate).


De profesión, fantasma (Hubert Monteilhet). Otro clásico de nuestra infancia, que leí y releí decenas de veces. Fui uno de esos afortunados niños ochenteros que tenía estanterías repletas de libros de El Barco de Vapor. Éste cuenta la historia de un niño que queda atrapado en un castillo Escocés durante una semana y se convierte él mismo en el fantasma del castillo.


Yo mataré monstruos por ti: un bonito album ilustrado con un título (en mi opinión) un poquito desagradable / desafortunado. No sé, seré yo, pero a mí me molesta la palabra "mataré" en la tapa de un entrañable cuento infantil. Que por lo demás, ¡lo es! Es sobre una niña que piensa que hay monstruos en su habitación. Nota: si tu hijo no piensa que hay monstruos en su habitación y es del tipo susceptible... a lo mejor conviene dejar este cuento para más tarde, no sea que le vayas a dar una idea... pero si piensas que se lo va a tomar con humor o a disfrutar del "miedillo" durante el cuento, entonces, ¡adelante! Esta claro que esta advertencia vale para todos los cuentos de este artículo, ya que son cuentos "de miedo".


¡Buenas noches, monstruos! de Lucía Serrano. Para terminar la lista, otro de niños y monstruos. Este en un tono muy simpático, ya que los monstruos son los que tienen miedo del niño, pero él quiere que se vayan porque están todos muy apretujados en la cama y no le dejan dormir.


Como veis, he añadido a mi lista sólo libros amables y que escapan un poco de la típica "estética Halloween" con esqueletos y calabazas (el que más miedo puede dar, en mi opinión, es el de Roald Dahl). Si sabéis de alguno más que podría gustarnos comentádmelo para que lo busque.

Tres Arándanos

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